Un viaje, una emoción, unos objetos, unas costumbres (12)

Por Abel Farré

 

Atrapado en la ciudad que me vio nacer, cada una de las cosas con las que me voy encontrando me parecen banales. Cada uno de los espacios y objetos que me rodean no despiertan ninguna emoción en mi interior. Quiero volver a sentirme como un niño para volver a oler, tocar y sentir cada una de las cosas que me encuentro, quiero volver a sentir que el viaje de la vida está en cada uno de los objetos que nos rodean.

Quiero conocer cada uno de aquellos objetos característicos de cada uno de los países que visito, quiero vivir con ellos, quiero ver qué emociones me despiertan…

Vosotros desde vuestras casas podréis viajar a un mundo en donde existen diferentes costumbres pero que en el fondo llora, sufre, se alegra,… por unos mismos hechos que están presentes en nuestro día a día.

Permitiros soñar desde casa, pues si vosotros queréis, cada uno de los días de vuestra vida puede ser muy especial.

 

Título

Perú: Camino a cualquier sitio, uno de tantos días

Objeto

Chumpi

Referencia del objeto con alguna sensación o sentimiento con el que me si sentí identificado en el momento de escribir la postal:

“Pues a veces lo más COTIDIANO es lo que da más sentido a nuestra VIDA; al igual que ese cinturón tejido que con pocos meses de edad nos acerca al CALOR MATERNAL”

Escrito

Llegó el día de describir uno de tantos días en que te montas en un autobús y esperas la llegada a un nuevo sitio en donde… ahora aquí sentado observo…

 

Miradas perdidas con ganas de comunicar sentimientos,

sonrisas amables sin intención de dañar a quien se pueda sentir observado.

Sentimientos perdidos que buscan libros abiertos,

sentimientos que reflejan emociones perdidas de las cuales algún día formaron parte.

Manos gastadas que buscan un aliento de esperanza,

manos gastadas por un inalcanzable tiempo de espera.

Móviles ansiosos en la búsqueda de un primer contacto,

móviles que nos ayudan a pensar sobre quién somos o lo que piensan que somos.

Oídos cerrados bajo sintonías que nos aíslan por un momento de lo que somos,

oídos cerrados que se vuelven amargos al escuchar el silencio.

Letras gravadas bajo sentimientos anónimos,

letras gravadas tras un alguien que un día se encontró solo.

Apuntes mojados que destiñen saber,

apuntes mojados de un alguien que un día decidió pensar.

Papeles de plata que esconden el amor de quien nos vio despertar,

papeles de plata que dan calor a nuestros sentimientos.

Cristales que sirven de espejo a aquellos que vieron perder su madrugada,

cristales que reflejan quienes somos.

Historias anónimas que buscan su estela bajo un rebaño de transeúntes,

historias anónimas que buscan sentido a sus movimientos.

Botones que se abrochan tras cristales opacos,

botones que nos desinhiben de cualquier miedo a ser quien somos.

Próxima estación… la vida

Bajo mis oídos hoy sonaba Copenhague. Dejarse llevar suena demasiado bien, jugar al azar, nunca saber dónde puedes terminar o empezar…