Cuando James encontró a Julia Por Luigi De Angelis

La comedia romántica es, por definición, un género cinematográfico predecible y esquemático. Sin embargo, sus limitaciones intrínsecas no han sido impedimento para que, a lo largo del tiempo, el cine nos regale piezas de singular valor, tales como Ninotchka (1939, de Ernst Lubitsch), Desayuno con diamantes (1961, de Blake Edwards), Annie Hall (1977, de Woody Allen) y Cuando Harry encontró a Sally (1989, de Rob Reiner). Los mencionados ejemplos sirven para ilustrar las fortalezas de una buena comedia romántica: guión con diálogos ingeniosos y situaciones que reflejan el estilo de vida contemporáneo, actuaciones de primer nivel y química que genera chispas entre los protagonistas.

 Justo en una época en la que la buena comedia romántica es como el elefante africano (una especie en peligro de extinción), del corazón del cine independiente estadounidense surge Sobran las palabras (2013), la deliciosa y más reciente confección de Nicole Holofcener. El argumento gira en torno a Eva (Julia Louis-Dreyfus) y Albert (James Gandolfini), un par de divorciados con distintos antecedentes que deciden iniciar una relación amorosa. Tienen mucho en común y seguro que son afortunados por haberse encontrado cuando ambos ya son personas maduras con hijas rumbo a la universidad. Sin embargo, las complicaciones tienen lugar cuando la opinión de Eva sobre Albert es influenciada por los comentarios involuntariamente destructivos de su nueva amiga, la exquisita Marianne (Catherine Keener). Así, con un planteamiento argumental sencillo, la cinta se desarrolla y toma la forma de una extraordinaria viñeta costumbrista.

El guión, obra de la propia Holofcener, permite vislumbrar la destreza de la autora para observar los modos de nuestra era, escribir líneas memorables, crear personajes dotados de realismo y plasmarlo todo en una propuesta que, sin ánimo de sermonear o moralizar, dice mucho sobre nuestras inseguridades, el temor a la soledad y la negación en la que a veces vivimos. Los protagonistas, James Gandolfini y Julia Louis-Dreyfus, demuestran gran capacidad para pintar con una amplia paleta de colores los altos y bajos de un par de personajes cotidianos con los cuales es totalmente posible sentir simpatía, familiaridad e identificación. Finalmente, para redondear el éxito de la producción, Gandolfini y Louis-Dreyfus generan buenas ondas que se expanden hasta llegar al espectador, de manera que es difícil resistirse al coloquial encanto de la canción que este dúo interpreta a través de la perfecta armonía de sus interpretaciones.

Enough-Said (1)Sobran las palabras (Enough Said) es una comedia romántica sincera y accesible, también incisiva e inteligente. La directora logra construir varios momentos individuales llenos de compasión, gracia y humor; por ejemplo, la dulce primera cita de Albert y Eva; sin olvidar que la suma de las partes es también importante. Sorprende un poco ver emparejados a James Gandolfini y Julia Louis-Dreyfus, pues años atrás habría resultado todo un mal chiste ver a Tony Soprano saliendo con Old Christine, pero de alguna manera es justamente la más improbable de las parejas la que brinda los mejores resultados. Lista como para una inclusión en la cápsula del tiempo, esta película es sin duda un honesto y justo retrato sobre la búsqueda de amor y realización en la actualidad y una fresca entrada en la filmografía de la directora que, desde su debut en 1996 con la cinta de culto Nadie es perfecto, se ha consolidado como una de las más aptas observadoras de la cultura urbana.

 

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