Poética unión de la prostitución con la búsqueda de la felicidad

Por Horacio Otheguy Riveira

Un libro insólito, una autobiografía sin parangón por parte de una prostituta que, ante todo, es un ser humano agobiado por el maltrato familiar y de pareja, envuelto en acontecimientos muy dramáticos. Sus favores sexuales a cambio de dinero carecen del proxeneta típico de novelas y películas, se viven en situaciones muy distintas, en diversas Comunidades españolas y en Francia, pero en todas partes la potente necesidad de salir adelante por parte de una inmigrante en dificultades llena de luz cuanto toca.

Nada de lo que la espanta la debilita, excepto el amor traicionado de un hombre monstruoso, prototipo del maltratador machista, celoso, furiosamente impotente. La oscuridad de la penumbra es una obra que registra momento a momento toda una vida de dificultades, en manos de una hermosa mujer que nunca se da por vencida.

(…) Nací en el barrio de Afogados con un crítico estado de salud: sufría asma y anemia aguda, la semana de mi nacimiento coincidió con un trágico suceso familiar. Cuatro días antes de mi llegada al mundo, mi hermano fue sorprendido por un camión, cuando cruzaba un camino. El accidente tuvo un brutal desenlace, murió en el acto. Tan solo llegué a conocerlo por fotografía, un violento zarpazo del despiadado destino de mi madre. Ella tenía, por naturaleza, un carácter reservado, después de esa fatalidad se encerró aún más en sí misma, no solía compartir sus angustias con nadie, ni siquiera con sus más allegados. Todo se lo guardaba para sí misma. Como si en el fondo de su ser pudiera encontrar las respuestas a todos sus porqués, se acostumbró a lucir una coraza de inquebrantable,  llegando a transmitir una imagen de frialdad. Solo los más íntimos podían entender que detrás de aquella armadura había un ser sufrido y frágil. En cierto modo podría decir que heredé de ella la apariencia de ser portadora de una envidiable fortaleza.

 

Wanda es el seudónimo por el cual una madre de familia con algo más de 30 años recuerda su vida. Desde un suburbio de Brasil, el relato pormenorizado de una vida dolorosa logra contagiar al lector —a lo largo de más de 500 páginas— de un ansia por vivir que conmueve por su sinceridad. La necesidad de ternura por parte de una mujer maltratada por quienes más deberían haberla amado, discurre página a página como si se tratase de una experta escritora que recrea los momentos de su existencia con precisión de cirujana.

A merced de un machismo enfermizo que comienza con su propio padre —un hombre primitivo que desprecia a sus propias hijas— y otros varones depredadores de su entorno, conforma una alianza muy sólida con una de sus hermanas, con quien comparte pequeñas-grandes alegrías en un ámbito en el que prevalece la soledad, el hambre, la incertidumbre… y la muerte violenta…

Lo más importante de esta obra es el tono, la cadencia poética, encantadora, con que la autora rescata gloriosos momentos de calidez masculina, incluso en situaciones sumamente conflictivas. Su comportamiento ante los deseos sexuales de los clientes más variopintos son siempre los propios de un ser puro, que jamás se contamina de prejuicios ni resentimientos (que sí abundan entre sus colegas). Todo se produce en el cuerpo de una mujer que sigue siendo una niña ilusionada con salir de sus diversos infiernos lo más serena posible, nunca a la contra de los demás ni siquiera de la sociedad, sino siempre a favor de su propia búsqueda de libertad plena.

A través de su singular estilo de escritora espontánea, la fuerza poética de su palabra escrita recorre los cuerpos desnudos de hombres tristes y valerosos, socarrones, violentos… y algunos gratamente sorprendentes. La búsqueda del placer y la necesidad urgente de un orgasmo que se parezca a alguna clase de felicidad. La vida y la muerte como dos opuestos que se unen, como precisamente sucede con la oscuridad y la penumbra:

“Quise plasmar tanto en el título como en la portada mi interpretación sobre la penumbra que encaja como guante con mi vida, dado que la penumbra es una situación donde hay luz y oscuridad pero se desconoce donde acaba una y empieza la otra.

Con ello quiero decir que siempre estuve rodeada de oscuridad, pero la luz de mi interior nunca dejó de brillar en  forma de fe, de esperanza, pero caminando lado a lado con la oscuridad”.

Un libro editado por Círculo Rojo. 

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